Estoy caminando en un mundo solitario...
Las almas no sienten, se acercan extraños.
Cada paso donde nacía la confianza, despierta el odio, la mentira que acompaña.
En los inicios, ellos y yo, ahora, no existe nadie en un universo llamado prisión.
Los cristales inquebrantables atravesados por nuestra unión.
Eso llamado eternidad, solo si hay luz, será felicidad.
Luces de colores que una madre mostró a la vida, déjame quedarme en nuestro hogar.
Quiero ver las luces de colores.
Esta carne regresó a su estado original.
Si eso fuera verdad... si eso fuera verdad.
Alas para volar, mi fuerza vital, empiezo a levitar, ¡lejos! Oscuridad.
Las almas con la condena del abismo, corazones vacíos de luminosidad.
Las luces de colores amando a una madre, el amor brillará mucho más, libérame ya.
¡El amor! ¡Salva al amor! ¡Hazlo destellar!
Estos son los gritos de la diosa del amor a sus luces de colores, y, en el dibujo, podéis ver como ella casi está por alcanzarlos.
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