Irene una vez fue atrapada por uno de los dioses más obsesivos que pudo haber.

Un dios que creaba la vida por la existencia, un dios que apareció después que ella.

Ese dios, no soportaba el no sentir el amor como Irene podía sentirlo y con furia, sembró el caos por todos los mundos.

La diosa del amor, vio como el amor que había insertado en todas las almas, ayudada por sus luces de colores, ese amor, se había estado corrompiendo.

En esos momentos se sintió sumamente triste, por ver que el amor se podía corromper por el odio y malos sentimientos.

Se sintió tan vulnerable y fue atrapada por ese dios que la amaba de una manera tóxica y enfermiza.

Y, para proteger a sus luces de colores, se ofreció a quedar presa y ser su esclava de los deseos, si ellos quedaban libres fuera de peligro.

En este dibujo podemos ver cómo acabó de mal herida.

De alguna manera, ese dios tenía el amor tan contaminado que se convirtió en algo sumamente hiriente por sus ansias de posesión.

Aunque las luces de colores, no tardaron en aparecer para rescatar a su amada madre.

el resto de la historia no la contaré por ahora.